viernes, 18 de marzo de 2011

AO NANG Paraíso terrenal... paraíso acuático... paraíso grupal.

Marchamos de Ao Nang con una muy grata opinión de este idílico y sureño pueblo costero rodeado de impresionantes formaciones de roca caliza pobladas de vegetación y en las que, supuestamente, se pueden ver monos jugueteando entre la maleza; decimos supuestamente porque en nuestro único intento en busca de primates el resultado fue más que negativo.

Aun así hemos disfrutado de tres días con bastante actividad deportiva y lúdica: canoa en el Mar de Andamán, bicicleta por las poblaciones vecinas, donde disfrutamos de un increíble plato típico de pasta thai por nada y menos en un pequeño bar de carretera donde la única que sabía los números en inglés era la hija de la dueña. También tuvimos la oportunidad de perdernos entre plantaciones de palma y otras verduras que con esmero recogían los lugareños bajo un sol abrasador rodeados de montañas preciosas. No podemos olvidar otras costumbres universales de pueblos playeros como nadar, pasear, dormir la siesta, beber birra en cantidades excesivas (gran resaca el segundo día) y, como es costumbre por aquí, observar pasmado a los guiris acompañados de sus impolutas meretrices quinceañeras.

Sólo tenemos un 'pero' para este lugar. Habréis observado que el título de esta entrada es 'Ao Nang: Paraíso terrenal... paraíso acuático... paraíso grupal'. Ha sido una pena comprobar como los puntos de información turística son meros puntos sacacuartos. Información turística 'mis cojones'. No sólo no informan, sino que desinforman. Todos y cada unos de ellos te niegan un mapa de la zona con el único fin de que reserves una excursión con ellos. Puedes hacer canoa, puedes escalar, puedes montar en bici, puedes ir a ver cascadas (de agua), puedes hacer un montonazo de actividades... puedes hacerlas si pagas. Si no pagas, puedes perderte con la bicicleta de sitio a sitio (algo que no nos disgusta para nada, pero que te deja una sensación de cierto desamparo turístico), puedes montar en canoa (pero no te alejes mucho que tienes que volver a la misma playa sano y salvo), puedes ver cataratas, pero 'uh qué lejos están, solo no puedes ir que te podrías perder'. No te ayudan nada de nada si quieres hacer las cosas por tu cuenta. El turismo independiente parece no ser rentable en estos lares y lo evitan continuamente. Incluso a la hora de preguntar cómo llegar a otros destinos, la pregunta básica es: do you want to book now?, today? tomorrow? how many persons? Good price for you!... Todo está lejos, todo es difícil, todo es pagando. Los resorts ganaron la batalla. Su vieja.

Por cierto, hemos dejado el buceo para otros lugares porque tras bañarnos varias veces con las gafas de natación (tanto cerca de la playa, como cuando nos aventuramos con la canoa) dudábamos bastante de la visibilidad de la zona. El agua está limpia, pero su color verdoso es bastante denso.

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