sábado, 12 de marzo de 2011

Bangkok Day 2

Sin duda hoy nuestros gandules han disfrutado de un día más completo que el de ayer. Tras dormir como angelitos y evitar que su odiado amigo Jet Lag volviera a encontrárselos, se han pegado la duchita mañanera a eso de las 10.30 y se han puesto en camino.

Un gato esquelético les ha despedido del estrecho callejón donde se encuentra su albergue y súbitamente un olor a carne y pescado les ha llegado al estómago. Algo fuerte para empezar, dijeron. Mejor fruta. Rodajón de sandía y media piña sí sirven de desayuno. Treinta minutos después arroz con pollo y verduras en un puestecito callejero regentado por una Margaret Tachet tailandesa. Tendrías que haber visto cómo tenía a los currantes la sargento. No podían ni respirar. Mientras tanto ella recolectaba la pasta de los clientes y observaba comer a un zagalillo en la silla de enfrente.


Da gusto comprobar como la mayoría de mochileros se reúnen en las cercanías de Rambutri y Kao San, centro turístico por excelencia en estos momentos. Sólo necesitas alejarte unas cuantas calles para estar completamente solo entre tailandeses y disfrutar de la autenticidad de los barrios y sus puestos de comida callejera. Y sobre todo da gusto no ver a tanto viejo inglés, alemán y yankitos de la mano de jovencitas tailandesas. No sé si serán menores o no, porque todos parecen dulces niños. Pero da un asco que te cagas ver guirufos con esa actitud victoriosa que les da el hecho de follar sin tener que currárselo mucho o sin tener que pagar un dineral, como sucede en sus países de origen. Una pena grande.

Por cierto, respecto a lo de que la mayoría de los de aquí parecen infinitamente más jóvenes tiene mucho que ver con la escasez de pelo facial y corporal. Alegra muchísimo saber que multinacionales asquerosas y sacacuartos como Gillette no hagan aquí su agosto con cada cajita de cuchillas. Aquí no se afeita ni dios. Quizá esta sea una de las razones por las que en el otro lado del mundo, los que se afeitan comprando cuchillas, pagan tanto por ese trozo de plástico con uno, dos, tres o catorce metales al final.

Luego barquito por el canal y tren aéreo. Visita a un centro comercial muy moderno, muy bonito y muy enfocado a gastar a lo loco. ¡Qué agobio! Este lado de la ciudad, el de los edificios enormes y brillantes, nos informa de que Bangkok no es sólo tradiciones e historia, sino también modernidad y capitalismo. Cansados del centro comercial, a los 15 minutos decidimos evadirnos en un parque que habíamos visto montados en el Sky Line, el tren aéreo, que petado de currantes de oficina y de obras, descongestiona el caos circulatorio de la ciudad.


Aquí llega lo mejor del día. El parque de Lamputi nos sorprende por su viveza. Cientos de gentes disfrutando de clases de aerobic gratis -entre ellos nuestra querida Isabel- que contoneando sus
rodillas, codos y muslos a vuelto loco al personal. Tanto esfuerzo ha puesto que a los 2 minutos y medio ya estaba reventada y a punto de romper a sudar. Los 30 grados y la altísima humedad también ayudan a perder líquido a raudales. Después unos 15 minutos de yoga, también gratuitos y paseo de vuelta a casa en metro y tuk tuk (esas motos que tienen un compartimento detrás para unas cuatro personas; aunque montan a tantos como puedan) y de vuelta al barrio.

Mañana volveremos al parque sin chanclas, con zapatillas de deporte y ropa de aseo.
Ya de noche ha llegado la hora de los bichitos. De los bichitos cocinados. 2 saltamontes, 2 escorpiones y 2 gusanos fritos y aderezados con soja nos han dado un extra de proteínas que seguro no olvidaremos. Os dejo el vídeo para que lo veáis vosotros mismos.
Lagórn!!!

1 comentario:

Martuqui dijo...

jejejejeje!!!!!! Isaaaa me parto contigo amor, que video!! Te entiendo tanto, me daban ganas de potar a mi. Se acabó el aburrimiento nos encanta el Blog, es una pasada. Cesis con cuidadin que te veo yo muy periodistico jejeje!!!
Muchos besos chicos os seguiremos todos los días nos encanta poder compartir con vosotros esta aventura que cada día me gusta más.... Os quereremos niños disfrutar mucho...