jueves, 10 de marzo de 2011

3, 2, 1... ya!!!

Comienza la carrera... Madrugón de pelotas en Pinto. Nada de tonterías. Bangkok espera. Despertador a las 6:30 y para arriba a las 6:45. Esos quince minutos gandules tras el primer rebato mañanero saben a gloria.

Hoy el desayuno sabe riquísmo. El hecho de saber que pasará algún tiempo hasta beber leche semidesnatada LAUKI con COLACAO ORIGINAL; sin comer pan tostado con ACEITE DE OLIVA y sal; y sin jiñar en un retrete familiar, hace que disfrute el desayuño y sus postrimerías al 200%. Y si encima tu hermano se levanta, te ayuda a preparar las últimas cosillas y te lleva a la estación, el comienzo de día se podría calificar de 'casi perfecto'.

De camino al aereopuerto, totalmente zombis. Palabras las justas. ¿Cómo puede alguien hablar en un tren a las 7 de la mañana? Recuerdo los días de facultad en los que, o prefería ir solo, o sólo me apetecía encontrarme con mis coregas ultra; con esos a los que podías decir libremente: 'cállate ya', o esos que me lo decían a mi si era yo el que había desayunado lengua. Lo jodido era cuando te encontrabas sorprendentemente con alguien al que, por respeto, por diplomacia o 'por yo-qué-se-que-cojones-qué' no te sentías como para decirle: "¡¿te quieres callar ya, pelmazo?!". Eso si era chungo. 25 minutos de tren con el botón del cerebro en OFF mientras el otro BLA BLA BLA BLA o ¿BLA?... ¿BLA?... ¿BLA?...a lo que le contestabas con un lánguido: ¿en serio? o un ¿qué bien, no? o con un descarado y fingido sueño irreprimible. Momentos porculeramente tensos que derivan en lúdicos escondites matutinos... "detrás de esta columna no me ve"... "a ver si sigue recto y no se entera de que estoy aquí"... y demás tácticas escapatorias.

Volviendo al viaje... una hora después... aereopuerto de Barajas. Seis horas y media después... Doha. Siete horas y media después... Bangkok. Total catorce horas de viaje, contando la hora de tránsito en Qatar. Nuestro vuelo salío a las 10 de la mañana, así que llegamos a Bangkok a las 24:00 hora española (6:00 en la capital Tailandesa). Sol subiendo y párpados bajando. Avión bajando y sueño aumentando. Al mamón del Jet Lag le toca actuar hoy. Se ha comido una noche entera... justita. Y lo peor es que seguirá jugando con nosotros algunos días más.
Como he dicho al principio Bangkok nos esperaba... bullicioso, atascado y colorido (el taxi parecía un museo budista; tenía muchas estampitas de buda; por cierto, clavadas al techo con chinchetas. ¡Ah, y con una señal de prohibido follar dentro!





También amanece con olores buenos. Y malos. Con personas risueñas, que no distingues muy bien si miran, duermen o sueñan... Con un hostal dignísimo a 8 pavos, un almuerzo a 3 y una siesta que se avecina ahora mismo y que no sé si se hará mayor y de siesta se transforme en hibernación tropical. 

Ya me enteraré de algo cuando el Jet Lag termine de actuar.







Yes, we jarl.
Bangkok, 10.3.2011 / 15:55h

3 comentarios:

ROBERTO dijo...

cesar!!

ya en serio. Te admiro macho. eres un tio con dos cojones.
Disfruta de todo aquello y se feliz man.
Por cierto, si quieres grilled prawns no digas como el carrasco "planch prawns"

alaaa

Jules Malee dijo...

planch prawns...jajjajaja

Anónimo dijo...

joder vaya huevos que le exais al asunto.. disfrutar mucho porque algo así solo se vive una vez.. un besazo y tener cuidado. mune